Cap. 5- ¿Los sueños se pueden hacer realidad?

Capítulo 5- ¿Los sueños se pueden hacer realidad?

El presentador anuncia que ya no se puede apuntar más gente, está todo completo. El domingo que viene elegirán a las diez mejores bailarinas que se presenten al casting. ¡Qué nervios! Me siento en el sofá y le doy volumen a la tele. Ahora bailan la canción de Born This Way de Lady Gaga. Me gusta, no lo hacen mal. Después hacen tres más y acaba el programa. El presentador se despide recordando lo del casting. 

Apago la tele y me voy a mi habitación. Me tumbo en la cama y empiezo a hojear el libro de mates. No me concentro. Guardo el libro y pongo la canción de Lady Gaga y empiezo a recordar cómo era la coreografía. Me dejo llevar por la música. Acaba la canción y pongo otra, esta vez pongo una de Selena Gomez, Who Says. Empiezo a inventarme algunos pasos, al final me salen bien. Oigo un flash. Paro la música y miro por la ventana. No veo nada. Sigo con el baile. A los pocos segundos vuelvo a oír el mismo flash, vuelvo a mirar por la ventana y veo a un chico con una cámara de fotos en la mano. Rápidamente bajo las cortinas y continuo con mi coreografía como si no hubiera pasado nada. 
Al día siguiente me encuentro una nota misteriosa en mi taquilla. La abro, dice lo siguiente:
‘’Hola. Ayer vi como bailabas en tu habitación, soy el nuevo vecino, perdona por lo de las fotos, es que bailas genial. Mi primo es el presentador del programa Quiero Bailar - Just Dance, esta tarde lo llamaré y lo avisaré por si te apetece ir al programa, si no quieres dímelo. Me llamo Arturo y si quieres hablar conmigo sobre esto, te espero esta tarde a las seis en la plaza de enfrente del instituto. Un saludo, ¡nos vemos!’’
Me quedo alucinada. ¿No será una broma? No me quedo muy convencida aunque ¡sea muy fuerte! ¡Me quieren meter en el programa! ¡Qué bien! De repente veo que se acerca Will.

-Hola, ¿qué tal?- me dice
-Bien, ¿sabes qué? Me acabo de encontrar esta carta, toma, ¡léela! ¡es súper fuerte!- la cojo y se la doy. La empieza a leer, se queda alucinado.
-¡Ostia! ¿Es verdad?- me pregunta
-Creo que sí. Ayer mientras bailaba escuché un flash, supongo que habrá sido él, aunque no me importa, ¡voy a ir al programa!- digo con una sonrisa de oreja a oreja. Guardo la carta.
-¿Y vas a ir esta tarde?
-Si, claro.
-¿Estás segura?
-Que sí. 
-Vale, tú misma.
-¿Qué? ¿Tienes envidia?- me rio
-No, qué va.- se pone rojo
Me quedo pensando. 
-¿Haces algo esta tarde?- le pregunto
-No, ¿qué pasa?
-Nada, tu espérame en mi casa a las seis menos diez, ya verás.
-¡Oh, no! ¿Quieres que vaya para que me vea bailar y que también me cojan en el programa?- se queda alucinado.- ¡Guay! 
-Exactamente :S Aunque si no quieres no pasa nada. Voy sola.
-No, no, esta tarde te espero en tu casa. Eres una buena amiga. – se acerca y me abraza. De repente me susurra ‘te quiero’. Me pongo roja, ¡qué vergüenza! No digo nada. Cierro la taquilla y me voy a clase. ¡Qué fuerte!